Malos hábitos de lectura
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Los malos hábitos de lectura pueden obstaculizar nuestra capacidad para absorber información y comprender lo que estamos leyendo, lo que puede llevar a la desinformación y la falta de comunicación. Es fundamental abordar estos hábitos negativos y mejorar nuestra capacidad de lectura y comprensión.
En el siguiente video te informarás sobre los malos hábitos de lectura que bloquean la comprensión crítica.👇
¿Qué son los malos hábitos de lectura?
Los malos hábitos de lectura se definen como cualquier comportamiento o práctica regular involucrada en nuestra lectura que en realidad está disminuyendo nuestro rendimiento, ya sea que ese rendimiento se refiera a nuestra velocidad, eficiencia, retención de información o niveles de comprensión.
Los malos hábitos de lectura son muy variados y difieren de un lector a otro. Hay cientos de posibles prácticas que podrían entrar en esta categoría y depende de todos y cada uno de nosotros aprender a identificarlas y eliminarlas.
¿Cuáles son los malos hábitos de lectura?
Como mencioné anteriormente, los malos hábitos de lectura son mucho más variados de lo que imaginas, pero a continuación mencionaré los más comunes en cuanto a factores externos.
1. Leer con poca luz
Leer en condiciones de baja iluminación puede ser perjudicial para nuestra vista y también puede afectar nuestra capacidad para comprender lo que estamos leyendo.
La luz insuficiente puede causar fatiga ocular, dolores de cabeza y disminución de la claridad visual. Además, la falta de luz puede disminuir la capacidad de nuestro cerebro para procesar información visual, lo que dificulta la comprensión y la retención de lo que estamos leyendo.
2. Realización de múltiples tareas durante la lectura
Se ha demostrado científicamente que los humanos son incapaces de realizar múltiples tareas. El cerebro humano no está condicionado para concentrarse en más cosas a la vez.
La realización de múltiples tareas durante la lectura puede ser uno de los malos hábitos más perjudiciales para nuestra comprensión y retención de información. Cuando nos involucramos en varias tareas al mismo tiempo, como responder mensajes de texto o correos electrónicos mientras leemos, nuestra atención se divide y nuestra capacidad de concentración disminuye.
3. Leer sin propósito
Leer sin propósito puede ser un desperdicio de tiempo y esfuerzo. Sin un objetivo claro, el acto de leer puede ser aburrido y monótono, y la información que se lee puede no ser retenida o utilizada de manera efectiva.
Además, leer sin un propósito definido es un mal hábito de lectora porque puede dificultar el desarrollo de habilidades de comprensión y análisis de textos.
4. No tomar descansos
Un aspecto importante de la lectura que la mayoría de nosotros tendemos a pasar por alto es tomar descansos. Leer, cuando se hace bien, es una actividad mentalmente desafiante y puede pasar factura, especialmente durante largas sesiones de lectura.
5. No prestar atención a su entorno de lectura
El lugar donde lees es generalmente casi tan importante como lo que lees. No elegir su ubicación correctamente puede generar una serie de problemas que afectarán negativamente su rendimiento y su experiencia de lectura.